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lunes, 5 de julio de 2010

Proyecto bicentenario

Por segunda vez desde el fin de la dictadura militar -la primera fue bajo el mandato de Carlos Menem-, el Ejército argentino ha desfilado hoy por las calles de Buenos Aires para conmemorar el Bicentenario de la Independencia del país. Unos cinco mil soldados y efectivos de las Fuerzas de Seguridad han recorrido la formidable Avenida del 9 de Julio, cerrada al trafico prácticamente de viernes a martes, dentro de un gran programa de festejos que se inició en la noche del viernes con un concierto de rock y la inauguración del Paseo del Bicentenario, formado con 123 casetas que representan a las provincias y a las principales instituciones del país.

Más de 200.000 personas (500.000 según los organizadores) se han concentrado en la avenida para la apertura de la fiesta popular, realizada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. En un tono festivo, Cristina Fernández ha encendido la iluminación especial del Paseo y se ha emocionado al animar a sus conciudadanos a celebrar la independencia. "La verdad es que Dios quiso que yo fuera la presidenta del Bicentenario", ha dicho.

Los festejos no se celebran, sin embargo, en un clima de unidad, sino en medio de sonadas peleas políticas. La presidenta no asistirá al Tedeum organizado en Buenos Aires por el cardenal Beroglio, crítico con la labor de su Gobierno, sino que acudirá a un acto religioso parecido en la Basílica de Luján, a 60 kilómetros. Tampoco acudirá el lunes a la inauguración del renovado Teatro Colón, acto que organiza el intendente de la capital, Mauricio Macri, por considerar que en los últimos días ha sido injuriada por el alcalde.

Otras voces afirman que Macri le dijo a Cristina Fernández: "Si viene con su marido, habrá que sentarse al lado, porque no me pone contento". El intendente reprocha a Néstor Kirchner una "mano oculta" en la decisión de juez Oyarbide de procesarle en el llamado "caso de las escuchas". Hoy continuaban los esfuerzos para intentar arreglar el entuerto y que la inauguración del Colon, un verdadero acontecimiento musical porque se trata de uno de los mejores teatros de ópera del mundo, no se convierta en un ejemplo tan evidente de desunión.

Al margen de las disputas políticas, los festejos tienen un fuerte acento popular. El principal escenario es la mencionada Avenida del 9 de Julio, donde, frente al Obelisco, se ha instalado un gran escenario, adornado con banderas celestes y blancas. Hoy se veían también entre el público enseñas con las imágenes de Juan Domingo y Eva Perón, de la llamada Agrupación Descamisados.

La agradable temperatura otoñal, 18 grados, favoreció la masiva asistencia a los actos inaugurales. A primera hora de la noche arrancó el festival de rock, con Kananga, fusión de rock, reggae, candombe y otros estilos bailables. Una niña los escuchaba con su escarapela celeste y blanca prendida en el vestido. Eran más bien pocos, sin embargo, los que llevaban símbolos patrios. Casi se veían más personas que lucían la camiseta de la selección nacional de fútbol, que precisamente se despide el lunes con un partido amistoso frente a Canadá, antes de partir rumbo al ansiado Mundial de Sudáfrica.


Agustin Bogliacino

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